REFLEXIONES

"Me acosa la furia y quisiera estar sereno. No soy la excepción. Hay bronca, que se ha vuelto generalizada y casi permanente. Debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro destino"

Marcos Aguinis


La temática abordada fue el uso de las protestas sociales, las metodologías adoptadas en los últimos tiempos como los cortes de calles, rutas, piquetes; pretendiendo realizar una acercamiento desde los conocimientos adquiridos fusionándolos con las realidades que pudimos observar desde los diferentes sectores que aplican esta modalidad, reflejadas en nuestras entrevistas, de manera casi excluyente, cuáles son sus fundamentos y si obtienen los resultados deseados.

Por otra parte que sucede con el resto de la sociedad que se ve afectada, pero que no participa.

En primer lugar vamos a decir que la sociedad argentina es una sociedad que tiene amplio y vasto conocimiento en la realización de huelgas pero sin dudas es en los últimos años que ha habido un auge de la protesta social como tal, es decir, de la protesta en la calle, o el tan famoso llamado piquete, realizado por los trabajadores en pos de la obtención de sus intereses y objetivos; la lucha que estos movimientos llevan a cabo, es una lucha que no es porque sí, tiene un objetivo, tiene un por qué bien claro, y un fin que es para el común de todos quienes están unidos por este reclamo. En este sentido una afirmación muy interesante y para considerar y prestar atención, fue que en la generalidad de las entrevistas realizadas coincidían en que la modalidad de la protesta social, con los cortes de calles o rutas, es la única manera de hacerse escuchar ante quienes va dirigido el reclamo, dando por sentado que no hay posibilidad de diálogo entre las partes. Lo cual merecería otro análisis a tener en cuenta, de porque se ha llegado a esta situación que implica de alguna manera llegar hasta la instancia del conflicto social, sin ver ninguna otra opción.

Sin dudas la realización de estos piquetes en los tiempos más recientes no hubiera sido posible si no estuvieran las condiciones dadas, y con esto nos referimos a que es necesario que el escenario a nivel social, económico y político este establecido de determinada manera para que estos se realicen. Nosotros vivimos en una sociedad con Estado de Democracia, un Estado donde gracias a la democracia que tanto ha costado conseguir podemos expresar nuestros derechos y también y por supuesto, nuestros deberes. Sin embargo, hay una extraña coincidencia entre los entrevistados, sobre la falta de representación por parte de la clase dirigente, el descreimiento hacia la política y los políticos, hacia la justicia y sus tiempos, también hacia la clase sindical que en algunos casos hace oídos sordos a los reclamos de los trabajadores, y por último los más humildes y menos escuchados, quienes coinciden en que la protesta social no solo es el único medio sino es necesario hacer uso de ella

Los actores sociales, los verdaderos actores y protagonistas de esta historia nos han contado con sus propias palabras lo que viven diariamente, lo que es para ellos la protesta social y como ven desde su lugar en la sociedad la realización de las mismas. Sin dudas hay muchas respuestas, muy diversas algunas muy distantes de otras, pero si bien son distintas todas convergen en un punto, la protesta social es necesaria, todos en algún momento coinciden en que es necesario que los ciudadanos realicen una protesta para defender sus derechos, y que como todo en la vida, a veces es necesario un punto final. Se agota la metodología, (protesta en la calle), pero se agota porque es el resto de la sociedad que indirectamente está relacionada a ella quien dice basta, se acabo, hay un punto en que la gente común deja de apoyar los reclamos porque se cansa de los cortes en la calle, se cansa que en cierta forma sean ellos los que terminen perjudicados de alguna manera. Como Luis Centeno dijo en una de sus respuestas a la entrevista que pudimos realizarle, la gente deja de apoyar la metodología del corte, pero no la protesta, el motivo sigue apoyándolo, y en otra parte de la misma nos dice que es preciso avanzar, “pasar de la protesta a la propuesta”.

Creemos que hay una cierta idea en los entrevistados de que este tipo de metodologías a la gente le cansa, pero no todos están de acuerdo en que es preciso realizar otro método, no todos están dispuestos a cambiarlo por miedo a perder lo que consideran más importante, que para ellos es ser oídos por el Estado, debido a que consideran que “animarse a la calle” como dijo la Concejal Marta Juárez es conseguir lo que se busca, es hacerse ver, hacerse sentir y demostrar que existen.

En este punto, es preciso mencionar un ítem en el trabajo que nos pareció muy importante, incluso y con mayor motivo para los entrevistados, y es “el rol de los medios de comunicación”. Los medios a lo largo de su historia han formado parte importante y condición sin ecua non para la divulgación de todas las protestas sociales. Hubo coincidencias en tomar a los medios como esa herramienta la cual sirve de intermediaria entre la gente común que no sabe y necesita enterarse de lo que ocurre, y entre los protagonistas de los conflictos, es decir, son la herramienta que hace visible todas las protestas. Sin ellos, muchos entrevistados concuerdan sería imposible demostrar lo que ocurre.

Si bien como nos decía Carlos Sagristani, la función de los medios es transmitir lo que está ocurriendo, buscar las diferentes voces que interviene en el conflicto y no perder la voz propia, es decir la opinión y dentro de lo posible mantener una postura mediadora, también ofrecer ese espacio para tratar de encontrar una acuerdo entre las partes. Lo importante también desde la función de comunicadores sociales, es tener la capacidad de autocrítica teniendo en cuenta la repercusión que tienen los dichos que se reflejan en los medios periodísticos, aunque muchas veces tratar de mantener ese equilibrio es muy difícil, tal como lo expresaba José Ravalli, uno trata de lesionar menos derechos, pero innegablemente algunos van a estar lesionados. Nosotros podríamos ser la conciencia de la sociedad pero no lo somos, nos han cargado desde la justicia hasta la seguridad, la política, todo pasa por nosotros, lo que decimos los periodistas en general tiene o tenía más valor que otros sectores”.

Por otra parte, estos últimos tiempos, los medios de comunicación se han puesto en el ojo de la tormenta, debido a que en muchos casos se los somete al ojo crítico ya que algunos en su afán de responder a los intereses del medio- empresa antes que a sus propias convicciones, ponen en duda algunas generalidades de la profesión.

Debería ser un compromiso por parte de los comunicadores, tratar de mantener un equilibrio a la hora de transmitir los acontecimientos, ser conscientes del uso de la palabra desde el rol que nosotros ocupamos dentro de la sociedad y actuar con responsabilidad a la hora de ofrecer un espacio para que se geste el dialogo y así lograr un consenso entre las partes en conflicto. Así también tratar de resguardar la integridad de los ciudadanos que no intervienen en los conflictos y permitirles que tomen una postura respecto de los hechos a través de la transmisión ecuánime de la información, siendo conscientes de que somos los seres humanos los únicos seres capaces del diálogo, poseemos el don de la palabra.

Finalmente, responderemos a nuestra pregunta inicial: La protesta social, ¿medio o fin? Creemos que las dos se complementan y necesitan. La protesta como medio es utilizada para conseguir un objetivo y también es un fin en sí mismo por el propósito que cumple, porque el fin es ir al conflicto, lesionar derechos de terceros y allí se convierte en un medio, porque, a partir del efecto que causan es tenido en cuenta por la autoridad a la que se le reclama y por los medios de comunicación que se hacen eco del acontecimiento. Teniendo en cuenta las opiniones recabadas en las entrevistas, este tipo de protesta va a seguir realizándose en el tiempo porque hasta el momento es la más eficaz para obtener respuestas ante los reclamos sabiendo que no están dadas las circunstancias para entablar otro tipo de negociaciones, por ejemplo el dialogo. Es el fiel reflejo de la idiosincrasia argentina y citando a Marcos Aguinis: “Debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro destino”.

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