LA PROTESTA SOCIAL Y LA FUNCIÓN PÚBLICA

“Me acosa la furia y quisiera estar sereno. No soy la excepción. Hay bronca, que se ha vuelto generalizada y casi permanente. Debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro destino.”

Marcos Aguinis

“ESE ES UN CONFLICTO DIFÍCIL PORQUE UNO TIENE SENTADO AL GREMIO PERO NO TIENE SENTADO AL CONFLICTO


ENTREVISTA AL SECRETARIO DE TRABAJO DE LA PROVINCIA,

Dr. Omar Sereno


P: ¿Cómo ve en este último tiempo el estallido de las protestas sociales por parte de todos los sectores de la sociedad?

O.S.: Creo que hay un fracaso de la política, desde el punto de vista de la negociación y del consenso

Hay una debilidad institucional muy grande, la gente descree en distintos niveles, desde los más encumbrados a los más humildes, no cree en las instituciones, en el estado, en la ley, ha dejado de creer en el orden constitucional, esto es malo muy malo en una sociedad que pretenda salir de la situación de conflicto permanente.

Me da la impresión que la sociedad fragmentada que no se siente identificada en un sentido de pertenencia de identidad hace que cada uno pelee por sus reivindicaciones sectoriales a capa y espada.

Bueno hoy ha pasado a convertirse casi en el escenario, en un fin en sí mismo como escenario de convivencia


P: Usted lo ve como una moda, digamos que todos caen en lo mismo

O.S.: Hay como una especie de corriente que como muestra cierto éxito, si tenes un grupo de piqueteros que te cortan un puente y se llevan 200, 300 planes hay cierto éxito, por lo tanto conviene esta figura de ir al conflicto, de tener de rehenes, de generar un situación extrema para que nos den respuesta

Entonces se ha transformado el conflicto como una nueva institucionalidad. Con lo de moda creo que tiene que ver porque tiene cierta eficiencia por la debilidad de las instituciones

Creo que los medios crean un clima porque en una sociedad que es autoritaria, que tiene fuertes sesgos de violencia, es un sociedad violenta, convengamos que la violencia ha sido un método en la argentina para desplazar gobiernos, dirigencias, cambiar leyes, digo son todas formas violentas.

¿Cuando la violencia emerge? Cuando no ha diálogo cuando no hay consenso. Para que haya diálogo y consenso tiene que hacer 2 componentes que hacen a la democracia: tolerancia y responsabilidad. Y acá aparecen un rasgo del autoritarismo no tenemos tolerancia por el otro

Y en el conflicto laboral, que siempre es un conflicto de intereses, más o menos todavía con ciertos rasgos de institucionalidad, está debilitado porque hoy los gremios empiezan a ser desbordados por una cierta crisis de representación.


P: ¿Por eso por se producen estos desbordes cuando hay marchas?

O.S.: Me parece que esto tiene que ver con aspectos intrínsecos al modelo ,que están dentro de la sociedad, esta tendencias de que muchos creen que se puede ir por fuera de la institucionalidad, pegar 4 gritos, generar movimientos espontáneos, coaligados, los autoconvocados un claro ejemplo de lo que es la ilegalidad en su grado supremo, si uno lo analiza desde el punto de vista de la legitimidad del reclamo sin lugar a dudas puede ser absolutamente legitimo, está dentro de lo esperable de sectores de ingresos fijos que procuran proteger lo que es su salario. Ahora si lo miramos dentro del modelo de organización jurídico, está en la absoluta ilegalidad, nosotros lo hemos declarado incluso en esta casa y con no poca polémica con quienes lo llevan adelante.

Todo esto va a haciendo que el sindicato como institución vaya siendo desbordado por este fenómeno que yo lo creo peligroso

Es sencillo esto, pero la sociedad democrática si quiere ser tal tiene que institucionalizarlo al conflicto, esto sería un gran desafío, al conflicto este que se nos ha desmadrado esta situación social, hay que buscar la vuelta que volver a institucionalizarlo, sino, no va a haber crecimiento democrático.


P: Desde su función como mediador en un conflicto. ¿Cómo hace para tratar de conciliar y poner orden en la sociedad en sí?

O.S.: En el área de trabajo yo como funcionario a cargo, todavía tengo la institucionalidad de las organizaciones sindicales.

El problema se da hacia adentro del conflicto cuando los gremios no pueden garantizar el control pleno y absoluto del conflicto que se ha desatado en su ámbito de representación, con lo cual comienzan a plantearse situaciones complicadas y odiosas porque uno sienta a la organización sindical, porque sabe que tiene que jugar las reglas en la resolución de los conflictos, de la conciliación , del arbitraje, porque sabe que hay normas que más o menos hay que cumplir, digo… los gremios a esto lo saben, el problema es cuando los gremios hacia adentro no pueden llegar hasta los sectores más radicalizados o mas rupturistas que tienen dentro de su organización , ese es un conflicto difícil porque uno tiene sentado al gremio pero no tiene sentado al conflicto. El conflicto todavía está allá, todavía está instalado de hecho y no hay forma de traerlo acá, con lo cual, se generan profundas dificultades porque sin lugar a dudas es difícil armar este tema porque a su vez quedan disputas políticas internas, el gremio no se quiere sentar con el grupo sedicioso, rebelde, porque a su vez por lo general eso grupos tienen apoyos externos de partidos políticos de grupos opositores, de sectores de izquierda, de protesta social.

Todo este clima hace que se haga difícil ordenar el conflicto laboral.

Yo creo que hay que volver a la racionalidad, hay que atemperar los ánimos, la clase dirigente tiene una responsabilidad importante en esto.

Emitir mensaje claros para que la gente vuelva a creer en los contextos de la institucionalidad, los medios tienen que ayudar, probablemente sacándole una marcha a la primicia o a la novedad periodística. Eso manda un mensaje distinto a la gente, cuando uno usa la palabra fracaso, la gente piensa que se viene el apocalipsis, la maestras, el empleado público, el médico autoconvocado, el obrero de la metalúrgica. Digo esto me parece que habría que repensarlo, porque si no volvemos a creer en la política la sociedad argentina y latinoamericana, mas vamos hacia nuestra propia destrucción.la política es lo único que construye como la máxima expresión de la construcción colectiva del ser humano. Si no hay política hay individualidad absoluta y plena.


P: ¿Cómo ve al resto de la comunidad que no participa de estos conflictos laborales? ¿Está cansada, harta resignada, indiferente o todavía apoya los reclamos?

O.S: Yo encuentro mucha resignación, abatimiento, pero básicamente resignación, y esto es malo porque no le estamos mandando mensajes de que no es posible una cosa distinta, yo creo que hay resignación.

Creo que de alguna manera de una sociedad vencida necesita que la dirigencia en todos sus niveles: la política, la social, la empresaria, la educación los medios, debiéramos dar un mensaje distinto para que la gente diga: estos tipos están laburando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario