LA PROTESTA SOCIAL, ¿MEDIO O FIN?

“Me acosa la furia y quisiera estar sereno. No soy la excepción. Hay bronca, que se ha vuelto generalizada y casi permanente. Debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro destino.”

Marcos Aguinis


LA PROTESTA SOCIAL EN LA ARGENTINA


Desde un tiempo a esta parte, hay un incremento considerable de la protesta social por parte de todos los sectores, desde los más humildes hasta en los barrios más acomodados. En este sentido, ¿la protesta se ha ido desdibujando en su fin último?

En un principio en nuestro país la protesta social se inicio en los años setenta, durante la dictadura militar con el peregrinaje de las madres de plaza de mayo

Es así que hoy por hoy, se puede apreciar que todos los días en la ciudad, encontramos manifestaciones a toda hora y en todo lugar, desde el centro hasta en los barrios más alejados.

¿Por qué se ha producido este fenómeno? Los reclamos son de lo más diversos, desde aumento de salarios y derechos laborales, hasta falta de alumbrado público, inseguridad, todos los motivos son válidos para manifestar, con cacerolazos, cortes de calles o rutas.

También se observa un tono más virulento en los discursos de los dirigentes de los movimientos que realizan estas manifestaciones, apelando a tomar medidas extremas y motivando a las masas, quienes en algunos casos adoptan medidas violentas (destrucción de vehículos, edificios, agresiones físicas, detenciones policiales); y por el lado contrario, este tipo de acciones provoca la reacción de aquellos que nada tienen que ver con el reclamo y se ven afectados en su cotidianeidad porque se encuentran con cortes de calles que no les permite circular y evidentemente se crea un ambiente de conflicto constante en la sociedad civil.

El nuevo resurgir de las protestas sociales, se hace evidente desde la crisis institucional del gobierno de Fernando De La Rua, un fenómeno que se implementa desde los barrios más humildes hasta los más acomodados debido a la falta de representación democrática en los diferentes estratos sociales y comienzan a tomar fuerza los movimientos, quienes salen a la calle, que se instaura como lugar común para hacer público y exhibir su reclamo, adquiriendo la modalidad de la protesta social, con el corte de ruta y de calles como su máxima expresión.

En este sentido, la movilización social se expresa por vía de organizaciones que comienzan a conocerse pero que exhiben autonomía respecto a las estructuras políticas tradicionales y que adoptan formas novedosas y de mayor radicalidad. Como el “El fenómeno de los piquetes de trabajadores desocupado”

En este sentido los actores sociales, encolumnados en diferentes movimientos de representación social, que los englobaba en el mismo reclamo y objetivos a conseguir, encuentran como única vía de reclamo en defensa de sus derechos (que se ven mermados en ese momento histórico), y como finalidad última la intención de conseguir transformaciones sociales. Es allí donde los espacios públicos toman relevancia, se convierte en el lugar común donde todos tienen acceso. Las plazas, la calle, se va convirtiendo en el nuevo escenario político, dejando de lado los espacios institucionalmente establecidos como el congreso, los partidos políticos, los comités, las unidades básicas que se van desdibujando, porque no se encuentran soluciones en los espacios políticos conocidos y se van creando otros donde todos tienen acceso directo.

Es así que las instituciones se ven desdibujadas en su función, vacías de representación, es de ahí la relevancia y el significado que toma la calle, como escenario para manifestar el descontento frente a la indiferencia del gobierno de turno.

En este punto los grupos o movimientos que comienzan a utilizar el escenario de la calle también comienzan a adquirir poder e importancia en la vida política. Tal como lo señala Hugo Quiroga, “el ganar la calle adquiere un profundo significado político, la existencia de los grupos piqueteros depende de su continuidad en la calle, del desarrollo de la acción directa, de la apropiación permanente –casi sin límites legales- de su campo de actuación: la ciudad.” De esta forma diversos movimientos sociales fueron tomando identidad bajo una misma consigna que marcaba la pertenencia al grupo: reivindicaciones sociales como el empleo, mejores condiciones laborales, salud pública, sistema de previsión del estado, educación, la tierra. “Se busca un formato diferente de la política, que circula por fuera de los canales institucionales (parlamento, partidos, comicios) para trasladarla a las asambleas populares, a la participación directa. Según vimos, la calle es el espacio público privilegiado. La calle voltea gobiernos.”

También comienza a tomar relevancia la acción de los medios de comunicación, como instrumento para hacer público y poner en pantalla a la protesta, en cuanto a que lo hacen visible legitimándolo, y otorgando un status diferente al reclamo, dándole poder al movimiento social, porque no tiene la misma relevancia una protesta que convoca medios masivos de comunicación, que aquella que pasa desapercibida en el informativo de las nueve de la noche.

Es a través de los medios que el resto de la ciudadanía toma conocimiento de lo que está aconteciendo, hace circular la información y de esa manera es accesible a todos.

La importancia de que las protestas tengan un espacio en los medios, implica también que los funcionarios tomen este escenario para dar respuestas o no a los reclamos a los que son sometidos.es asi que la política contemporánea ha sido transformada por la presencia de los medios y de las encuestas, con notable repercusión en la esfera pública, en la participación del ciudadano y en el sistema de representación. En las sociedades contemporáneas la población tiene contactos con la política a través de los medios, aunque no de forma exclusiva. La tribuna electoral, la plaza, los mítines, son progresivamente desplazados por el espacio audiovisual.”.

En este sentido, tal como lo afirma Hugo Quiroga, “los sondeos y los medios masivos de comunicación han modificado el perfil de la política contemporánea, a tal punto que aparecen como alternativas frente al parlamento y a las formaciones partidarias (piedras angulares de la democracia representativa) en la comunicación política con la sociedad. La dudosa comodidad de esas formas alternativas es que evitan consultar y rendir cuenta al parlamento de los actos del poder ejecutivo”.

En definitiva, mientras los ensayos neoliberales reducen el espacio público clásico, los medios audiovisuales se constituyen en los lugares privilegiados de la información y de la comunicación.


LA PROTESTA SOCIAL Y LA FUNCIÓN PÚBLICA

“Me acosa la furia y quisiera estar sereno. No soy la excepción. Hay bronca, que se ha vuelto generalizada y casi permanente. Debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro destino.”

Marcos Aguinis

“ESE ES UN CONFLICTO DIFÍCIL PORQUE UNO TIENE SENTADO AL GREMIO PERO NO TIENE SENTADO AL CONFLICTO


ENTREVISTA AL SECRETARIO DE TRABAJO DE LA PROVINCIA,

Dr. Omar Sereno


P: ¿Cómo ve en este último tiempo el estallido de las protestas sociales por parte de todos los sectores de la sociedad?

O.S.: Creo que hay un fracaso de la política, desde el punto de vista de la negociación y del consenso

Hay una debilidad institucional muy grande, la gente descree en distintos niveles, desde los más encumbrados a los más humildes, no cree en las instituciones, en el estado, en la ley, ha dejado de creer en el orden constitucional, esto es malo muy malo en una sociedad que pretenda salir de la situación de conflicto permanente.

Me da la impresión que la sociedad fragmentada que no se siente identificada en un sentido de pertenencia de identidad hace que cada uno pelee por sus reivindicaciones sectoriales a capa y espada.

Bueno hoy ha pasado a convertirse casi en el escenario, en un fin en sí mismo como escenario de convivencia


P: Usted lo ve como una moda, digamos que todos caen en lo mismo

O.S.: Hay como una especie de corriente que como muestra cierto éxito, si tenes un grupo de piqueteros que te cortan un puente y se llevan 200, 300 planes hay cierto éxito, por lo tanto conviene esta figura de ir al conflicto, de tener de rehenes, de generar un situación extrema para que nos den respuesta

Entonces se ha transformado el conflicto como una nueva institucionalidad. Con lo de moda creo que tiene que ver porque tiene cierta eficiencia por la debilidad de las instituciones

Creo que los medios crean un clima porque en una sociedad que es autoritaria, que tiene fuertes sesgos de violencia, es un sociedad violenta, convengamos que la violencia ha sido un método en la argentina para desplazar gobiernos, dirigencias, cambiar leyes, digo son todas formas violentas.

¿Cuando la violencia emerge? Cuando no ha diálogo cuando no hay consenso. Para que haya diálogo y consenso tiene que hacer 2 componentes que hacen a la democracia: tolerancia y responsabilidad. Y acá aparecen un rasgo del autoritarismo no tenemos tolerancia por el otro

Y en el conflicto laboral, que siempre es un conflicto de intereses, más o menos todavía con ciertos rasgos de institucionalidad, está debilitado porque hoy los gremios empiezan a ser desbordados por una cierta crisis de representación.


P: ¿Por eso por se producen estos desbordes cuando hay marchas?

O.S.: Me parece que esto tiene que ver con aspectos intrínsecos al modelo ,que están dentro de la sociedad, esta tendencias de que muchos creen que se puede ir por fuera de la institucionalidad, pegar 4 gritos, generar movimientos espontáneos, coaligados, los autoconvocados un claro ejemplo de lo que es la ilegalidad en su grado supremo, si uno lo analiza desde el punto de vista de la legitimidad del reclamo sin lugar a dudas puede ser absolutamente legitimo, está dentro de lo esperable de sectores de ingresos fijos que procuran proteger lo que es su salario. Ahora si lo miramos dentro del modelo de organización jurídico, está en la absoluta ilegalidad, nosotros lo hemos declarado incluso en esta casa y con no poca polémica con quienes lo llevan adelante.

Todo esto va a haciendo que el sindicato como institución vaya siendo desbordado por este fenómeno que yo lo creo peligroso

Es sencillo esto, pero la sociedad democrática si quiere ser tal tiene que institucionalizarlo al conflicto, esto sería un gran desafío, al conflicto este que se nos ha desmadrado esta situación social, hay que buscar la vuelta que volver a institucionalizarlo, sino, no va a haber crecimiento democrático.


P: Desde su función como mediador en un conflicto. ¿Cómo hace para tratar de conciliar y poner orden en la sociedad en sí?

O.S.: En el área de trabajo yo como funcionario a cargo, todavía tengo la institucionalidad de las organizaciones sindicales.

El problema se da hacia adentro del conflicto cuando los gremios no pueden garantizar el control pleno y absoluto del conflicto que se ha desatado en su ámbito de representación, con lo cual comienzan a plantearse situaciones complicadas y odiosas porque uno sienta a la organización sindical, porque sabe que tiene que jugar las reglas en la resolución de los conflictos, de la conciliación , del arbitraje, porque sabe que hay normas que más o menos hay que cumplir, digo… los gremios a esto lo saben, el problema es cuando los gremios hacia adentro no pueden llegar hasta los sectores más radicalizados o mas rupturistas que tienen dentro de su organización , ese es un conflicto difícil porque uno tiene sentado al gremio pero no tiene sentado al conflicto. El conflicto todavía está allá, todavía está instalado de hecho y no hay forma de traerlo acá, con lo cual, se generan profundas dificultades porque sin lugar a dudas es difícil armar este tema porque a su vez quedan disputas políticas internas, el gremio no se quiere sentar con el grupo sedicioso, rebelde, porque a su vez por lo general eso grupos tienen apoyos externos de partidos políticos de grupos opositores, de sectores de izquierda, de protesta social.

Todo este clima hace que se haga difícil ordenar el conflicto laboral.

Yo creo que hay que volver a la racionalidad, hay que atemperar los ánimos, la clase dirigente tiene una responsabilidad importante en esto.

Emitir mensaje claros para que la gente vuelva a creer en los contextos de la institucionalidad, los medios tienen que ayudar, probablemente sacándole una marcha a la primicia o a la novedad periodística. Eso manda un mensaje distinto a la gente, cuando uno usa la palabra fracaso, la gente piensa que se viene el apocalipsis, la maestras, el empleado público, el médico autoconvocado, el obrero de la metalúrgica. Digo esto me parece que habría que repensarlo, porque si no volvemos a creer en la política la sociedad argentina y latinoamericana, mas vamos hacia nuestra propia destrucción.la política es lo único que construye como la máxima expresión de la construcción colectiva del ser humano. Si no hay política hay individualidad absoluta y plena.


P: ¿Cómo ve al resto de la comunidad que no participa de estos conflictos laborales? ¿Está cansada, harta resignada, indiferente o todavía apoya los reclamos?

O.S: Yo encuentro mucha resignación, abatimiento, pero básicamente resignación, y esto es malo porque no le estamos mandando mensajes de que no es posible una cosa distinta, yo creo que hay resignación.

Creo que de alguna manera de una sociedad vencida necesita que la dirigencia en todos sus niveles: la política, la social, la empresaria, la educación los medios, debiéramos dar un mensaje distinto para que la gente diga: estos tipos están laburando.