LA PROTESTA SOCIAL Y EL ROL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN II

“Me acosa la furia y quisiera estar sereno. No soy la excepción. Hay bronca, que se ha vuelto generalizada y casi permanente. Debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro destino.”

Marcos Aguinis

MUCHAS VECES PONE A TERCEROS COMO REHENES DEL CONFLICTO CON DERIVACIONES QUE EN MUCHOS CASOS TIENEN UN SESGO CLARAMENTE EXTORSIVO”

Entrevista al gerente de noticias de Cadena 3 y columnista de economía de Teleocho Noticias

Carlos Sagristani


P: ¿Desde estos últimos tiempos la protesta social de todos los sectores ha tenido una exacerbación? Entonces en este sentido ¿cuál es el rol que cumplen los medios de comunicación a la hora de cubrir las protestas?

C.S.: Un poco, me paree que el rol de los medios de comunicación es informar, el de satisfacer el derecho a la información del público al que sirven, y reflejar la pluralidad de ideas, los movimientos las situaciones que se plantean en el espacio público de la manera más fiel posible.

El rol de los medios está claro, ahora, con qué criterio se abordan las coberturas, a partir de definir ese rol? Yo creo que allí depende de la política editorial de cada medio, depende a veces de las circunstancias. Muchas veces un medio electrónico, como por ejemplo una radio o un canal de televisión donde se está trabajando en vivo, por allí no hay demasiado tiempo para evaluar el contexto y de lo que se trata es de reflejar el hecho que está sucediendo en el momento, luego llegara la oportunidad de para la pelota y añadir el análisis o los elementos informativos incidentales que sean necesarios para poder elaborar una interpretación acerca de ese hecho que estamos transmitiendo. Esta es la rutina periodística y la manera en general en que los medios lo cubren.

En cuanto a las características de la protesta social, me parece que esa metodología, del corte aparece a principios del 2000, y finales del noventa cuando el conflicto social estalla en una magnitud casi imprevista en la argentina sobre todo en épocas donde el desempleo adquiere niveles sin precedentes.

Que paso en esas circunstancias, apareció el piquete que es tributario de esa situaciones en que los desempleados, de gente que no tiene la posibilidad de protestar desde su organización gremial paralizando la producción, que esta es la metodología de protesta clásica de los trabajadores a través de la huelga, y entonces buscan otros métodos de hacer visibles el conflicto y ahí aparece el corte de ruta. Y es necesario lesionar los derechos de terceros para que esa agresividad gane mayor impacto y a partir de ese elemento que muchas veces pone a terceros como rehenes del conflicto con derivaciones que en muchos casos tienen un sesgo claramente extorsivo

Desde esta perspectiva y en cuanto a los criterios de cobertura periodística nosotros siempre nos fijamos, en no solamente tratar de informar y explicar los alcances del conflicto de las partes que están en pugna y sus reivindicaciones o sus posiciones, sino también de fijarnos en el interés que aparece lesionado de esos terceros

También hay que tener en cuenta que no hay intervención de las autoridades pertinentes, lo que nos da a pensar que debe haber un estado de reflexión por parte de las autoridades

P: El discurso de los dirigentes han tomado cierta dosis de violencia, ¿cómo se hace desde los medios de comunicación a la hora de reproducirlo para que la sociedad civil que no interviene en el conflicto pero que se ve afectada no entre en un estado de bronca o hartazgo constante?

C.S.: Siempre la vía lógica y razonable de la resolución del conflicto es el diálogo y si no hay diálogo la aplicación de la ley, esta es la virtud que tiene el estado de derecho. La aplicación de la ley junto con su arsenal sancionatorio cuando hay faltas que alteran ese estado de derecho que yo creo es claramente el caso del conflicto de la salud en Córdoba.

Ahora la manera de que los medios no se conviertan en un vehículo que reproduzca y aun incremente esa espiral de violencia y me parece que la única es poniendo la información en contexto, hacer ver las diferentes caras de la realidad mostrar los diferentes intereses en pugna, los derechos que están contrapuestos y marcando con todo el énfasis posible, la necesidad de que se arbitren soluciones que sean razonables legales y por la vía del diálogo y del acuerdo. Pero nuestra tarea para atemperar los efectos violentos de esta espiral en la que parece estar escalando algunos conflictos laborales y sociales en el país no es ocultar la información, no es censurar, no es suprimir los discursos que puedan parecer más hostiles; en todo caso es contraponerlo con el resto y dar nuestra opinión editorial también honestamente planteada respecto de esos abusos.

P: ¿Hay muchos movimientos que utilizan a los medios de comunicación para darse a conocer, es decir el medio se transforma en un elemento fundamental para que tenga éxito esa manifestación?

C.S.: Lo que el medio tiene que hacer es ponderar si eso es noticia o no lo es y en qué medida. Ya sea por el impacto que tiene, por la importancia de los intereses en juego, por sus efectos. El medio lo tiene que cubrir, pero insisto creo que hay que poner todas las voces del conflicto incluida la voz propia y la voz de los que no tienen voz.

Cuando hay desbordes violentos es evidente de que hay algo que está funcionando mal, pero en todo caso no es una tarea de los medios en que se modifiquen los mecanismos de toma de decisiones de los protagonistas de un conflicto, por supuesto que sí es función de los medios y por eso hablo de la opinión editorial y la reivindico como tal, junto con el pluralismo de opiniones que debe reflejar el medio, tratar de defender y afianzar valores que afirmen una cultura de dialogo de respeto mutuo de dilucidación de los conflictos por los causes normales de la ley y del respeto de los derechos ajenos .

P: ¿Qué reacción tiene la comunidad de Córdoba frente a estos conflictos?

C.S.: Yo creo que en principio por los ciudadanos de a pie que se ven afectados de manera directa o indirecta, específicamente por los efectos, yo creo que hay una sensación de cansancio, hastío, decepción.

Yo creo que parte de cierta decepción de la “democracia”, no de la democracia como sistema, sino de la eficacia de sus dirigentes o de sus gobiernos como función de representantes del pueblo para dar respuestas satisfactorias, yo creo que es un fenómeno creciente, sin duda.

La falta de respuestas de parte de quien deben darlo provoca desanimo, hastío, cansancio, decepción y por supuesto en algunos que son los damnificados más directos mucha bronca.

P. ¿Cree que las partes involucradas en los conflictos toman en cuenta las opiniones de los medios en sus editoriales? ¿Cree que el medio puede llegar a ser una variable en ese sentido?

C.S.: No, yo creo que los periodistas no somos domadores de fieras. Pero si creo que podemos contribuir afianzando valores con una prédica adecuada, generando otra conciencia y otra cultura en ciudadanos que quizás tengan algunas responsabilidades colaterales o puedan tenerlas en el futuro, o que puedan generar un estado de opinión fuerte, que finalmente condicione los mecanismos de decisión de quienes si tiene el poder para apretar o levantar el pie del acelerador.

P: ¿Desde el servicio informativo de Cadena 3 manejan a todas las manifestaciones o han recibido reclamos de algunos sectores que hayan sentido que ustedes no cubrían la noticia?

C.S.: Tratamos de hacerlo en función del interés periodístico. Que por ahí pueda haber alguien que siente que no estuvo suficientemente reflejado, o que no estuvo reflejado como ellos quisieran verse reflejados, eso forma parte de la propia dignidad del trabajo periodístico, no solamente en este caso en los sectores sindicales y los movimientos sociales, ni hablar de los políticos, funcionarios, empresarios, en general todos quieren verse en el espejo un poco más lindo de los que son. Y seguramente nuestro espejo tampoco es perfecto entonces en muchos casos habrá reclamos que tienen una base de justicia y en otros que no, pero eso forma parte de la realidad cotidiana, lo importante es la capacidad de autocritica, revisar lo que hacemos, ver cómo podemos mejorar los procedimientos, ver cómo podemos corregir la insuficiencias que tenemos muchas veces para poder reflejar la realidad lo más fielmente posible. Pero eso es parte del desafío diario.

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